AGOTAMIENTO DEL MODELO DE DESARROLLO ESTABILIZADOR
Este proceso también llamado El Milagro Mexicano, se trata de la mejor época en materia económica de México. Según Schettino (2007) se trata de la etapa en que se crean más naciones, como resultado de las guerras de liberación nacional. Al término de la Segunda Guerra Mundial se decide la creación de instituciones que impidan un deterioro económico parecido al ocurrido al final de la Primera Guerra. EL nuevo marco financiero es mejor conocido como el acuerdo de Bretton Woods entre 44 países en julio de 1944, donde se acordó construir tres organizaciones diferentes: el Fondo Monetario Internacional, que buscaría evitar la ocurrencia de crisis inflacionarias y su diseminación; el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo, o lo que actualmente se conoce como el Banco Mundial, que se encargaría de impulsar proyectos de desarrollo; y la tercera sería la Organización Internacional de Comercio, que no llegó a funcionar. Sin embargo no fueron solamente estas tres instituciones los cambios a los que se llegaron con ese acuerdo sino que se estableció un nuevo patrón monetario basado en la moneda de la nueva potencia mundial: Estados Unidos.
La combinación de un sistema cambiario estable, recursos frescos y organismos vitales dio como resultado, los mejores 25 años de la historia económica mundial. Debido a que el crecimiento promedio en el mundo fue de tres por ciento, por habitante, con una inflación prácticamente inexistente. En este lapso México creció al mismo ritmo que el mundo y llego a tener un crecimiento mayor al de Brasil en los años de 1951 a 1970.
En el caso de México, las ganancias empresariales se aseguraron cerrando las fronteras para evitar competencia y dando créditos blandos y extensiones fiscales. Para atraer a la mano de obra a las ciudades, los salarios eran más elevados sólo para la mano de obra calificada. Sin embargo, una política de subsidios a los alimentos permitía que, a pesar de tener salarios relativamente bajos en la ciudad, se pudiesen adquirir más alimentos. El gobierno hizo uso de los precios de garantía, un precio mínimo al que los productores podrían vender sus cosechas, que en muchos casos provocó excesos de oferta.
Las políticas económicas llevadas a cabo, con cierto éxito, entre 1946 y 1958, provocaron grandes dificultades en la segunda mitad del periodo, 1958-1970, en el tiempo en el Antonio Ortiz Mena estuvo a cargo de la Secretaría de Hacienda. Pero no se tomaron medidas para corregir. Así, la mano de obra que mueve a las ciudades, para la década de los sesenta es ya una avalancha, esto provocó serios problemas, se crean cinturones de pobreza y se hace cada vez menor la productividad del campo, y las exportaciones del país son cada vez menores.
De acuerdo con Rivera (2006), para 1969 el 20% más pobre poseía el 4% del ingreso nacional, mientras que el 20% más rico tenía el 64%, para ese entonces la caída de los precios de las materias primas y el incremento de la inestabilidad en el entorno internacional propició que la dependencia de la economía en los prestamos del exterior pasara de estimulo a la economía a un lastre a finales de los sesentas el servició de la deuda representaba el 24% del PIB.
Acorde con Rivera (2006) las masas de trabajadores y jóvenes que emergieron del “_Modelo de Desarrollo E__stabilizador_” exigieron un lugar en el marco del sistema, pero al parecer el sistema que crecía y entraba en crisis durante los sesentas no estaba interesado ni en las necesidades ni en las demandas de los nuevos sectores de trabajadores y jóvenes. Los viejos problemas del capitalismo mexicano con respecto al movimiento de masas se habían resuelto construyendo un sistema corporativo semi fascista, intentando comprar a los nuevos dirigentes y reprimiendo a aquellos que no se sometían, no obstante dicho esquema empezó a agrietarse como las presas viejas, hizo agua por un lado y luego por el otro hasta que amenazaba estallar.
Estados Unidos rompe relaciones con Cuba en enero de 1961 y en febrero ocurre la invasión de la Bahía de Cochinos con el resultado conocido. Esto provocó una importante pérdida de confianza en el país que ocasionó fuertes fugas de capital y una drástica reducción de la inversión privada. El saldo de la cuenta de la balanza de pagos se redujo 21 por ciento entre 1960 y 1961.
Después de 1970 se iniciara un proceso de apertura gradual, lo que no llegó a tiempo. Una vez iniciado un proceso de cierre de fronteras es muy difícil revertirlo, y si no se permitió una reforma fiscal mucho menos abrir los mercados.
Más aún, la producción que tenían los empresarios en México era muy superior a lo necesario, conforme a estudios de la época de manera que era muy evidente, en 1970, que el camino seguido no había sido el correcto. De 1940 a 1958, el endeudamiento promedio anual era de 0.4 por ciento del PIB, mientras que de 1959 a 1970, es decir mientras Ortiz Mena estaba cargo de la Secretaria de Hacienda fue de 3.4 por ciento del PIB. Más grave aún, la diferencia entre el gasto y los impuestos, que en 1958 era de tres por ciento, llegó a más de diez por ciento del PIB en 1970.
De acuerdo con Heath (2005) el Modelo de Desarrollo Estabilizador termina con la muerte de Don Rodrigo Gómez (Director General del Banco de México, de 1952 a 1970) el 14 de agosto de 1970 y con la renuncia, dos días después, de Antonio Ortiz Mena como Secretario de Hacienda. Al poco tiempo, Ortiz Mena es nombrado Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) donde realizó una gestión de 17 años. A pesar de los buenos resultados en materia de crecimiento económico y estabilidad de precios, Ortiz Mena fue severamente criticado por la izquierda mexicana. Por ejemplo, se puede leer el libro de Carlos Tello, escrito en 1979, "La Política Económica en México 1970-76", en el cual justifica la dirección tomada a partir del sexenio de Echeverría con base en los malos resultados del Modelo de Desarrollo Estabilizador de Ortiz Mena. Tello alega que el crecimiento económico únicamente benefició a la élite empresarial y provocó una distribución del ingreso todavía más inequitativa.
Conclusión
Tendrá que comenzar un sistema donde las empresas no busquen solamente lucrar a costa de los países y los trabajadores, o los hagan dependientes sino que se distribuya equitativamente el dinero y se les paguen salarios más justos y prestaciones que les permitan tener una vida digna, entendiendo vida digna como una vida que tenga asegurada su alimentación, su salud, su educación, su esparcimiento, su vivienda, su libertad, su independencia y su dignidad alcanzables a través de un ingreso mínimo de magnitud suficiente.
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